Mientras más sexo tienes, más bajos serán los niveles de estrés en tu organismo. Esta conclusión se desprende de un reciente estudio llevado a cabo por Benedetta Leuner y sus colegas del Instituto de Neurociencia de la Universidad de Princeton en los Estados Unidos.
En una serie de experimentos, Leuner y su equipo demostraron que, si bien una experiencia sexual aislada causa un aumento a corto plazo en el nivel de Cortisol (la hormona del estrés) en roedores, tal y como ocurre tras el ejercicio físico, múltiples experiencias sexuales a diario durante un período de dos semanas consiguen reducir drásticamente la liberación de Cortisol. A este efecto anti-estrés se suma que practicar sexo asiduamente aumenta la neurogénesis (formación de nuevas neuronas) y el número de conexiones entre células nerviosas, además de reducir drásticamente los niveles de ansiedad.
En ese orden de ideas, el sexo, además de controlar los efectos del estrés, también mejora el desempeño intelectual, cuando se practica con frecuencia. En esta materia, cada vez son más los estudios que revelan los incalculables beneficios de tener una vida sexual activa a cambio de mantener un equilibrio físico y mental.
Científicos españoles estudiaron los hábitos y experiencias de más de 29 mil personas, en 36 países, lo que reveló que el 72% de los encuestados consideran el sexo como una parte significativa de su vida y opinan que una buena actividad sexual se refleja en su estado de ánimo.
No todos los días son propicios para estar de buen humor, ya que a menudo existen otras causas por las que no se puede estar de ánimo, pero según los estudios, el sexo es un gran aliado. No importa el lugar, el día o la hora. Aunque si se pudiera elegir, los expertos han confirmado que practicar sexo por las mañanas o a primeras horas del día embellece el cabello, las uñas y la piel, como también, mejora nuestro estado de ánimo para el resto del día.
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